El mercado de alquiler es uno de los tantos que el COVID ha afectado y no de manera positiva. Es un mercado que necesita dinamismo y movilidad para seguir vivo. Todos los meses hay numerosos clientes que finalizan su contrato, necesitan mudarse a nuevos pisos, volver a sus lugares de origen, ir a otras localizaciones, ampliar espacio o reducirlo…
Para poder realizar todo ello es necesario movilidad, drásticamente reducida con la situación actual de pandemia. Con esto, se ha propiciado que el mercado se haya visto ralentizado. Además, hay otros factores que afectan más desde el punto de la oferta y demanda, y depende de cada zona:
– Mercado de Madrid dentro de la M-30: Podríamos decir que es una de las zonas más afectadas durante el año anterior. Con la entrada de este nuevo año y un horizonte más esperanzador debido a la vacunación, parece que esta situación va revirtiéndose poco a poco. Es el claro ejemplo de que el mercado de la demanda y de la oferta funciona.
Madrid antes del COVID, tuvo una gran expansión de pisos turísticos fruto del aumento del turismo y de la plataforma Airbnb. Con la pandemia, al verse mermada la actividad turística, la mayoría de las viviendas destinadas a este fin salen al mercado tradicional. Los propietarios buscan rentabilizar los pisos sacándolos al mercado y esto hace que incremente la oferta.
Por otro lado, la demanda se ha reducido considerablemente. Aunque es cierto que la gente sigue necesitando vivienda y el COVID no limita esa circunstancia, parte de la demanda ha desaparecido en parte por el teletrabajo (mucho trabajador de empresa desplazado se queda en su vivienda teletrabajando) así como estudiantes que se mantienen en su lugar de origen dando clases online.
Al haber más pisos en el mercado (oferta) y una reducción de interesados (demanda) hace que los precios hayan descendido en torno a un 20%. En función de las tipologías de las viviendas, el mercado tardará más o menos en recuperarse.
– Mercado de fuera de la M-30 y periferia: Aunque pudiera parecer una contradicción, en estas áreas el mercado funciona de manera opuesta. Esto es debido a que el fenómeno Airbnb está focalizado en el centro de las ciudades. Fuera de él, apenas existía oferta de pisos turísticos con lo cual no se incrementa la demanda. Además, muchos de los pisos que se explotaban en alquiler, ante una previsión de crisis se han puesto a la venta. Los propietarios antes de una posible bajada de precios de alquiler/venta han decidido no tener un inmovilizado productivo. Todo ello se traducir no incrementar el número de pisos en el mercado y en consecuencia no incrementar la demanda.
También hay que tener en cuenta que en estas localidades, el mercado de alquiler está más enfocado en un cliente final que necesita una vivienda para vivir. El mercado de directivos de empresas desplazados o de universitarios era residual o casi anecdótico salvo contadas excepciones.
¿Qué extraemos de todo ello? El mercado del extrarradio no está siendo afectado tan duramente como el del centro de Madrid. Sigue siendo dinámico y con una rotación de clientes a corto plazo y con precios similares a los de antes del COVID.
Desde RE/MAX Rosales como inmobiliaria lo que podemos recomendar es que os dejéis aconsejar por un profesional. Acertar con el precio en un mercado de alquiler es casi tan importante que el precio mismo. No deja de ser una opción financiera y en caso de error en el precio de salida, la rentabilidad va a verse perjudicialmente afectada. Si necesitas nuestro servicio de asesoramiento puedes contactarnos a través de nuestra página web o llamando al 915 42 58 75.